Una mujer, viste un vestido rojo, aparente sentada tiene sus brazos doblados hacia delante, uno algo elevado y el otro cerca de su cuerpo. Sobre una de sus manos vuela una llave con alas de libélula. En medio de su pecho se puede observar una especie de cerradura. La mitad de su cabeza desaparece para convertirse en flores blancas junto a hojas verdes.
En
esta obra vuelvo a tomar a una de mis mujeres floridas. Las flores blancas
significan un intento por mantener la claridad y la calma, en contraposición
con el vestido rojo que simboliza el ímpetu. La llave representación de una
libélula, simboliza la inestabilidad, en el pecho de la mujer está la cerradura
que esta llave pretende abrir para dejar desbordar los sentimientos alterados y
sin control de estos.