lunes, 9 de junio de 2025

El vuelo de la libélula.


Una mujer, viste un vestido rojo, aparente sentada tiene sus brazos doblados hacia delante, uno algo elevado y el otro cerca de su cuerpo. Sobre una de sus manos vuela una llave con alas de libélula. En medio de su pecho se puede observar una especie de cerradura. La mitad de su cabeza desaparece para convertirse en flores blancas junto a hojas verdes.

En esta obra vuelvo a tomar a una de mis mujeres floridas. Las flores blancas significan un intento por mantener la claridad y la calma, en contraposición con el vestido rojo que simboliza el ímpetu. La llave representación de una libélula, simboliza la inestabilidad, en el pecho de la mujer está la cerradura que esta llave pretende abrir para dejar desbordar los sentimientos alterados y sin control de estos.

El vuelo de la Libelula 
Óleo sobre tela 
30 x 40 cms 
2024

Es natural tener miedo


Una mujer parece estar apoyada en el vacío, una de sus manos está a la altura de su cara afirmada en lo se supone sería una pared. Un fondo negro la rodea. Su mirada está dirigida hacia abajo. Unas manos le tapan la cara, una le cubre la mitad de su rostro y la otra tapa su boca queriendo impedir que hable o grite. Un ave está apoyada en su espalda, tiene sus alas extendidas. Cerca de la cabeza de la mujer vuela otra ave con una actitud de querer posarse sobre la figura femenina.

El sentirse ahogada, querer hablar o gritar y no poder. El querer decir algo y no hacerlo por miedo. Querer llorar hasta soltar todo, pero no mostrarse débil. La angustia, la ansiedad, la depresión, el miedo a demostrar emociones. Las manos en esta composición representan todo lo nombrado anteriormente, aprietan el rostro de la mujer creando una especie de espanto. Las aves simbolizan la libertad. Una de ellas se posa sobre la espalda de la mujer en un acto que parece quiere acaricia la piel de la mujer como brindándole su apoyo o fuerza.

Es natural tener miedo 
Óleo sobre tela 
30 x 40 cms 
2024

Grabado de la obra
30 x 40 cms 




El vuelo de los desvelos

 

Una mujer vestida de negro sentada en una silla saca partes de su cabeza que se transforman en aves. Dos cuervos bajan hasta ella para comer de su carne. Ella llora. Una de las aves se convierte en ventana donde se puede ver un cielo nocturno, nubes y la luna. Por una puerta entreabierta asoma una criatura blanca. El fondo es una pared de ladrillos rojos.

La pared solida simboliza el sentirse encerrada tanto físicamente como psicológicamente, cuando nos cuesta decir cómo nos sentimos. El ente blanco que observa desde la puerta representa sucesos pasados que vuelven a atormentarnos. La mujer que pareciera saca pedazos de su cuerpo para alimentar a las aves, en realidad trata de sacar los malos pensamientos para “echarlos a volar” y librarse de ellos, por eso una de las aves se transforma en una ventana con vista al exterior. Los cuervos son los malos pensamientos, las dudas, lo incierto, la inseguridad, todo lo negativo que pensamos en ciertos momentos de nuestras vidas, ellos llegan a acongojar nuestra existencia luego de pasar un periodo en calma.

El vuelo de los desvelos 
Óleo sobre tela 
30 x 40 cms 
2024

Grabado de la obra
30 x 40 cms 



domingo, 8 de junio de 2025

Triste corazón mío

 

Una figura femenina sostiene sobre una de sus manos un rojo corazón trizado, con agujeros en el, tres pequeñas dagas se clavan en el. Su otra mano afirma un collar de perlas que sale de un hueco en su pecho. Su cabeza esta inclinada hacia atrás. El fondo es el universo estrellado, se puede observar una constelación.

Todos hemos sufrido una desilusión. Hemos sentido nuestro corazón partirse en mil pedazos. Hemos tenido que aguantar nuestro dolor. Hemos entregado nuestros sentimientos sin ser correspondidos o la otra persona no valora lo que le hemos dado. Todo eso representa esta obra. 

Una de mis obras más personal, en el cielo oscuro brilla la constelación de Acuario, mi signo zodiacal. Las pequeñas dagas o espadas representan las personas con quien he tenido una mayor conexión sentimental, pero también ha sido quienes más me han lastimado, por eso están clavadas en el corazón. El collar de perla saliendo de aquel hueco en el pecho representan los sentimientos más bellos que se pueden entregan y que al final de todo no son valorados.

Triste corazón mío
Óleo sobre tela 
70 x 90 cms
2024


Perdida en horizontes intemporales

 

Un gran circulo, similar a un espejo, es el centro de la composición de esta obra, en su interior se puede ver una mujer de pie observando una columna. El cielo nocturno se ve coronado por una luna blanca. La tierra asemeja a arena. El fondo de la obra es de color violeta, detrás del espejo figuran unas cortinas rojas y el suelo está pintado como si fuera arena. Una mujer con flores en su cabeza, que sostiene una paleta y pinceles en una de sus manos, mira el espejo, quizás ella pinta la escena. La acompaña un caracol que contiene el universo en su caparazón.

Una mujer mirándose a sí misma en un espejo que no refleja su actual persona, sino quien fue o tal vez quien será. En el espejo, el paisaje se ve desolado quizás un reflejo de su propia soledad. Un pilar le recuerda que debe tener fuerza y ser firme para enfrentar lo que puede suceder o para superar lo que ha sucedido en su pasado. La luna siempre presente, símbolo de lo femenino.

En esta obra se presenta una contraparte entre dos elementos de la pintura: el caracol y el desierto. El caracol, que acompaña a la mujer, es un símbolo de fertilidad, mientras que el desierto que se observa en el espejo, es símbolo de infertilidad.

Perdida en horizontes intemporales
Óleo sobre tela 
70 x 70 cms 
2023

Pintar el cielo rojo.


El eje central de la composición es una mujer con flores en su cabeza que emerge desde las montañas o cerros y posa uno de sus pies sobre el mar. En una de sus manos sostiene una carta del tarot: La Luna, que presenta las distintas fases de este satélite natural, y sobre su otra mano flota una granada. El fondo es un cielo rojizo, lo acompaña un portal azul prusia que muestra universo de brillantes estrellas. Las montañas o cerros son de colores café y verde. El mar es de un color turquesa, sobre este flotan azucenas blancas.

Quizás de una manera inconsciente, hice a una mujer pasando de los cerros hacia al mar. Tal vez fue una forma de representar mi viaje desde la ciudad donde vivo hasta el lugar donde estudio: La Calera – Valparaíso. la figura femenina emerge omnipresente, portando una carta con las fases de la luna, en alusión a al ciclo menstrual; en su otra mano flota una granada, símbolo de la fertilidad y representación de la matriz femenina. El agua, nuevamente presente, al igual que la granda evoca la fertilidad y la vida. Las flores que flotan en el agua turquesa, representan azucenas, flor ligada a la mujer que simboliza la maternidad. El fondo de un color rojo representa el ímpetu y la fuerza.

Pintar el cielo rojo
Óleo sobre tela
70 x 100 cms
2023

sábado, 7 de junio de 2025

Seis días en el fondo del océano.

 

La composición nos muestra a una mujer que se aparece desde un portal celeste para sentarse en unas rocas de color café y verde. Luce flores de múltiples colores en su cabeza. Se acomoda para verter un líquido rojo en la mar turquesa. El fondo es el universo estrellado. La triple luna inmensa en un rincón de la pintura.

Una obra puramente ligada a lo femenino. La sangre menstrual que nos recuerda nuestra fertilidad cae desde el cántaro hasta el mar, agua símbolo de vida. El cántaro es la representación de nuestra matriz, por eso su color está ligado al rojo. Observa la escena desde el cielo estrellado la triple luna, representación de las tres edades de la mujer (juventud, adultez y vejez).

Seis días en el fondo del oceano
Óleo sobre tela
70 x 100 cms 
2023

El tiempo es nuestro enemigo.

 

La figura central es una mujer que topa su cara en un gesto, que se podría deducir que es de llanto. Nuevamente no se deja saber la edad de la mujer, puede ser una niña, una joven o una adulta. Posee flores opacas en su cabeza con hojas grises, azulinas y naranjas. Un reloj luce quebrado y su arena desparramada sobre una especia de muro que asemeja el cielo celeste. Una cortina roja se ubica al costado derecha de la composición, de ella asoma una mano esquelética. Nuevamente, el fondo es el Universo.

La figura principal es una mujer sin edad a definir, pude ser una niña, una adolescente o una mujer adulta. Las flores y las hojas en su cabeza lucen opacas, son flores secas. Una mano huesuda asoma por la cortina, cerrándola. El reloj luce quebrado, se está convierto en arena. El tiempo ha terminado y no hay una edad definida para ello.

El tiempo es nuestro enemigo
Óleo sobre tela 
70 x 90 cms 
2023

Siempre pensamos que habrá más tiempo

 

La figura protagonista es una mujer que apoya en una mano su cabeza floreciente, mientras su otro brazo está cargado en un tipo de muro de color celeste. Su mano izquierda sostiene un reloj de arena, pareciera juguetear con el. Una cortina roja asoma por el lado izquierdo de la composición. El fondo, nuevamente, es el universo.

La mujer esta vez no define su edad, puede ser una niña, adolescente o adulta. Las flores de su cabeza lucen bellos y vibrantes colores como brotadas en primavera. Juguetea con el reloj de arena, nos quiere decir que tiene todo el tiempo a su favor y dispone de el a su antojo. 

Siempre pensamos que habrá más tiempo
Óleo sobre tela 
70 x 90 cms 
2023

Siempre pensamos que habrá más tiempo - Díptico

 

Exposición Ecos Emergentes

Noviembre, 2023

viernes, 6 de junio de 2025

Florecer N°2

Una mujer vestida con ropaje magenta, alza su mano para impulsar el vuelo de una pequeña ave. Una delgada rama verde une a esta ave con la figura femenina. De la mitad de la cabeza de la mujer brotan flores que no lucen asimétricas ni perfectas. El universo a su espalda luce enmarcado por un portal este también muestra unas montañas, un valle verde y un rio. El cielo celeste se presenta como una pared quebraba y con grietas.

Sin soltar la idea de la pintura anterior, nuevamente presento una mujer con flores en su cabeza simbolizando un cambio en su manera de pensar. Esta vez, las flores de su cabeza lucen asimétricas queriendo transmitir que no somos seres perfectos. El Universo representando nuestra vida actual, las vidas pasadas y nuestra alma vagando en un cielo estrellado. Las montañas son símbolos de la comunicación con las divinidades, el valle verde muestra la fertilidad, lo mismo para el rio y se agrega a el que también representa el transcurso de la vida.

La pared rota significa los pesares de nuestra vida, la parte que falta es un suceso mayor que nos marca de por vida o la mayor parte de nuestra vida y las grietas serian pequeños sucesos que nos dejan marcas, a veces, difíciles de reparar. La pequeña ave, para mi símbolo de libertad, esta vez quiere volar. Esta lista para emprender el vuelo, pero necesita un empuje para realizarlo.

Florecer
Óleo sobre tela
70 x 100 cms 
2023

Florecer


Una mujer de ceñido vestido magenta es el elemento central de la composición, se apoya en un pie manteniendo el equilibrio. Sus manos cerca de la cara nos llaman a centrar la mirada en su cabeza florida. Un colibrí tira de una delgada rama verde como queriendo guiar a la mujer a otro lugar. El fondo está dividido en un cielo celeste con nubes amarillas y detrás de la mujer hay un arco enmarcado que deja ver un estrellado universo, unas nebulosas celestes y magenta lo atraviesan. El piso es de un color café rojizo.

Un cambio de mentalidad es lo que quise representar en esta pintura, la primera de mis mujeres floridas, por eso en la mitad de su cabeza surgen flores. Sigo trabajando con el Universo como representación de una vida pasada y también de esta vida, como escuche una vez por ahí “Somos almas vagando en el universo”. El cielo celeste, limpio, muestra una claridad en nuestra manera de pensar, libre de pensamientos turbios. El colibrí, mayor en su tamaño real, es la representación de aquellas almas que nos visitan, sacada de alguna leyenda que leí hace un tiempo.

Florecer
Óleo sobre tela 
70 x 100 cms 
2022

Desmoronarse

 

Una mujer desnuda con los brazos destrozados, trozos de ellos caen como si fueran loza quebrada, poseen gritas pintadas de dorado. Su mano derecha esta levantada en una pose que podría indicar espera. La mano izquierda abierta hace flotar sobre ella un libro de tapa roja. Su rostro desaparece y solo se ve una especie de antifaz donde los ojos miran al espectador, unas lágrimas asoman de uno de ellos. Sus piernas desaparecen hundidas en el llano verde. Al fondo se pueden ver colinas o cerros cafés. Complementa la composición el fondo estrellado con nebulosas celestes y color magenta.

Una representación de la depresión, recuerdo de un acontecimiento significativo de mi vida. Los brazos destrozados y las grietas en ellos representan los cortes realizados durante una etapa de la enfermedad. Miembros que se rompen y caen en pedazos, las grietas son curadas con oro en alusión a la técnica japonesa Kintsugi que consiste en “Reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada en oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así al poner en manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto” ¹¹

El libro en esta composición es un acompañante de historias, puede poseer nuestro relato de vida, aquel que se va escribiendo por medio de nuestras vivencias. Su color rojo simboloza la sangre y el renacimiento.

Desmoronarse
Óleo sobre tela 
70 x 70 cms 
2022

El Vestido

La obra se compone de un vestido como imagen central, hecho con hojas de un libro. Las manos flotan cerca de sus mangas, una de ellas sostiene un mechón de cabello negro y la cabeza se transforma en un reloj que se ha detenido en cierta hora. Esto se encuentra rodeado de un rojo telón teatral. El piso de madera también asemeja al usado en teatros, sobre el se posan tres figuras celestes que asemejan olas u ondas de viento haciendo una referencia a las escenografías usadas en obras teatrales. El fondo lo cubre un universo estrellado y nebulosas de color celeste y magenta.

Ligada a mi nacimiento, la obra presenta al vestido como símbolo de un recuerdo para mi madre. Ese vestido paso a mis manos siendo adulta y es la única prenda de vestir que aún se conversa desde mi etapa como lactante. La vida se ve representada en el teatro, los telones abiertos en una representación de “salir a escena” simboliza el nacer y comenzar a vivir, tal como lo hacen los actores en el inicio de una obra teatral. Su color rojo es en clara alusión a la sangre que nos acompaña en el momento de nacer.

El mechón de cabello que sostiene una de las manos hace referencia a una tradición antigua: guardar pelo del primer corte de cabello de los bebes. El reloj se encuentra detenido en la hora de mi nacimiento. Las ondas celestes, parte de la escenografía, son alusiones a mi signo zodiacal: Acuario, por eso trate que asemejaran agua y aire (elemento de mi signo). 

 El Vestido
Óleo sobre Tela 
70 x 70 cms 
2022

jueves, 1 de mayo de 2025

Taller de Linografía

Durante el mes de abril de 2025 realice en la Oficina de Cultura, las Arte y el Patrimonio un taller de linografía como retribución a la Beca de Cultura entregada por la Municipalidad de La Calera. 

El objetivo del taller era dar a conocer e introducir a las alumnas a esta técnica artística que aún es poco conocida. Se enseño lo básico para realizar un grabado como es el uso de texturas y la definición de blanco y negro para obtener una buena estampa. Además aprendieron el uso de herramientas y materiales. En este taller se realizaron dos tamaños de matrices: una de 20 x 15 cms que se pasó por la prensa  y una de 10 x 7.5 cms que se hiso "a la cuchara", esta última pensando en dejar una alternativa para que mis alumnas pudieran hacer sus grabados en casa. 

Registro de la primera clase

Una de las alumnas usando la prensa

Grabados de mis alumnas hechos en la prensa 


Grabados de mis alumnas hechos "a la cuchara"