Un día salí a caminar cerca de casa, por la línea férrea que esta a un costado.
Al poco andar encontré unas ramas de manzano que habían desechado de un invernadero cercano, recogí algunas de distinto grosor. Al volver, decidí sacar unas ramas secas de hinojo, ramitas blancas que costo un poco arrancar. En casa tenia unas ramas de colihue.
Con ellas hice mis primeros pinceles duros. Quise hacer varios, de distintos grosor.
Al ocuparlo, las ramitas de hinojo se hicieron mis favoritas. Es una rama blanda que absorbe y desliza con suavidad la tinta sobre el papel.
Para este tipo de pinceles ocupe varios "bajalengua". Me costo mucho más fabricarlos, ya que al hacer los cortes en la madera esta se rompía. Tienen diferentes formas para lograr diversidad de trazos.
Me ha costado utilizarlos, al ser rígidos me cuesta soltar la mano y lograr buenas líneas al intentar hacer círculos con ellos.