viernes, 25 de septiembre de 2020

Wes Anderson


Wes Anderson es uno de mis directores de cine favoritos. Me llamaba mucho la atención el uso del color en sus películas. Hace poco encontré un post de un blog sobre él que decidí replicar acá.
Les dejo algunas de las "Razones para amar a Wes Anderson".

1.- Colores cálidos y mucho amarillo. 
El amarillo es un color que le entusiasma es algo que se evidencia en todos y cada uno de sus films. Si no se ofrece en el vestuario, será en los decorados o incluso en la fantástica tipografía cuasi-ológrafa, que nos va a acompañando a través de sus historias o hasta en los créditos. esto se puede apreciar en Fantástico Mr. Fox. Toda la película tiene un cromatismo cercano a los amarillos, naranjas y colores tierra; como si de una película filmada en Redscale se tratara. 



2.- Filtros y lomografía. ¿Pura fotografía o fotografía pura? 
La fotografía es ingeniosa y depurada en cada uno de los planos. Sigue las reglas clásicas de composición: menos es más, las líneas de la fotografía nos llevan al punto donde quiere centrar nuestra atención, respetar los tercios a la alto del plano (es decir, de arriba abajo, se ve una transición perfecta que respeta ese principio básico). 


3.- La simetría es belleza.
Los griegos clásicos defendían que las matemáticas y la belleza estaban hermanadas. En la escuela pitagórica notaron que los objetos que poseen simetría son mas llamativos. La arquitectura griega clásica está basada en esta imagen de simetría y proporción. Luego Platón hizo una abstracción del concepto. Lo simétrico es agradable al ojo humano. ¿Por qué hay rostros que consideramos más bellos que otros? Uno de las razones es que nuestro cerebro percibe como rostros bellos los de facciones simétricas. 
Wes Anderson se ha dado cuenta de ello. quiere películas buenas, historias buenas, pero no descuida jamás la belleza de las películas. Al fin y al cabo, no olvidemos que el cine es un arte. 
Para que podamos hacernos una idea de su obsesión con la simetría en los planos (a partir de un eje central vertical), asi como los puntos de fuga (sobre todo cuando encuadra a dos personajes en el mismo plano), dejo una prueba de ello en video. 

4.- Planos Cenitales. Desde el cielo es mucho mejor. 
Que la simetría le gusta a Wes Anderson ya es algo que nos quedado claro, pero es que ese no es su único recurso favorito. Compite bastante cerca el plano cenital, la cámara graba desde el techo mirando hacia el suelo. Maletas que se abren y nos enseñan su contenido, platos de comida y personajes tumbados son los más recurrentes, pero les aseguro que sorprende con muchos más.

5.- ¿Lugar y tiempo? eso es lo de menos. 
Algo que caracteriza a la generalidad de sus films es que, sin llegar a catalogarse de fantasía, la localización espacio-temporal es tremendamente difícil de detallar. El vestuario suele ser uno de los puntos clave en todo esto. Pero Wes nos lo pone complicado: emplea ropa monocromática y centra la atención en los accesorios, con la finalidad de caracterizar al personaje, ya no tanto de ubicarnos en el tiempo y espacio. Con Wes tenemos que conformarnos con aproximarnos de manera imprecisa a la ubicación; puede que la historia haya sucedido hace unas décadas, hoy mismo, o incluso que pertenezca a dentro de 20 años. Quién sabe.


6.- Los mundos fantásticos de Wes. 
Las películas de Anderson tienen un valor narrativo que lo diferencia radicalmente de cualquier otro director. Posee una habilidad para sumergir a la audiencia en sus mundos fantásticos, lugares nunca vistos, atractivos; donde el espectador ve cómo se desenvuelven los personajes. Los espacios pueden percibirse como absurdos, pero se comprenden al complementarlos con su relación con los personajes; ya que los escenarios son el reflejo de la psicología interna de cada uno de ellos. Pero, a la vez, la artificialidad provoca cierto grado de distancia. Con todo esto, Anderson junta los elementos necesarios para que el espectador disfrute de sus personajes, ya no riéndose de ellos y de sus imperfecciones, sino riéndose con ellos. Busca la relación con esas personalidades especiales y únicas; los personajes protagonistas de sus films fabrican universos propios donde son el centro de atención y donde, habitualmente de forma rebelde y testaruda, viven haciendo lo que quieren.