Para el acercamiento a la tinta china, decidió hacer líneas simples con los pinceles de ramitas que había fabricado hace unas semanas atrás. Comenzó tomando una rama de colihue con el que logro líneas finas, de igual manera con las de manzano, pero no sintió una "aproximación" con este tipo de ramas.
Con las ramas de hinojo fue diferente, material blando, que absorbe mejor la tinta, se desliza suave sobre el papel. Con ella pudo lograr líneas de diferentes grosor. Gracias a la facilidad de su uso, paso a ser su favorita.
Los "bajalengua" esperaban su turno para ser usados. Se deslizaron por el papel dejando su marca. Trato de hacerlos girar, sin grandes resultados. La rigidez de estos pinceles se traspasó a su mano, endureciéndola. Las líneas onduladas intentaron soltar la mano y crear una especie de conexión con la herramienta usada.
Para tener una idea de luz y sombra, realizo varios rectángulos a los cuales aplico diferente texturas en diferentes grosor y distancia. Algunos agregando más cantidad de tinta.
