lunes, 30 de diciembre de 2024

Simbolismo de los sueños

 

En muchas culturas del mundo el simbolismo onírico se trata con respeto. Antiguamente las imágenes de los sueños eran interpretadas por sabios, ya que se consideraban mensajes de los dioses y tenían un valor premonitorio. Por ejemplo, los famosos sueños bíblicos eran considerados como portadores de verdades ocultas y de hechos exteriores y objetivos. Los griegos creían que los sueños venían desde afuera, o sea del mundo de los dioses. Y de la doctrina hindú se toman tres niveles que son utilizados por la tradición esotérica:

1.- Subconciencia: pensamiento de los instintos y los sentimientos.

2.- Conciencia: pensamiento de las ideas y la reflexión.

3.- Sobreconciencia: pensamiento intuitivo y de las verdades superiores.

Actualmente se trata con ligereza este tema y los sueños no son relevantes en la vida humana, por esta razón se ignora por completo las inquietudes del subconsciente.

Sigmund Freud se adentró en el estudio de los sueños, interpretando su simbolismo y dejando al descubierto su relación con los anhelos del hombre de ver cumplidos sus deseos. Freud le asigno a los sueños el reflejo de las ansias más profundas del ser humano, la mayoría de ellos tenían su origen en la infancia. También les otorgo un matiz sexual o erótico. Sin embargo, Carl Jung, discípulo de Freud, creía que el simbolismo en los sueños iba más allá de solo lo sexual, llegando a la conclusión de que alcanzaban un plano espiritual. Pero Freud y Jung no fueron los primeros en “descubrir” el inconsciente, teóricamente fue estudiado por Carus, Schopenhauer y Hartman y de manera experimental por Charcot, Bernheim, Janet, Freud y otros psicólogos.

La manera en que objetos y personas comunes se hacen presentes en nuestros sueños, a veces en un contexto extraño y otras veces en un contexto angustioso, era lo que fascinó a Jung y quiso encontrar una explicación. Llegó a la conclusión de que no somos conscientes de los impulsos que en sueños salen a la superficie. Muchas imágenes aparecen como directo producto de nuestro subconsciente, un conjunto de recuerdos y emociones que duermen en el yo más profundo.

 


El durmiente temerario, 1927

René Magritte

Óleo sobre lienzo

116 x 81 cms

Tate, Galería Nacional de Arte Británico y Arte Moderno

Un hombre duerme en una tarima sobre una especie de jeroglífico la que muestra diferentes elementos que se pueden deducir son productos de un sueño. Algunos o todos ellos podrían ser leídos como símbolos freudianos.

 

Jung, adentrándose aún más en el subconsciente humano, realizo el análisis de los sueños de varios de sus pacientes de esta manera se dio cuenta que muchos elementos se repetían en las imágenes oníricas de dichas personas, así llego a la conclusión de que algunas imágenes aparecían en muchas culturas como símbolos, lo que él denomino “El subconsciente colectivo”. El verse perseguido por un monstruo, el enorme deseo de seguridad o los múltiples peligros que acechan en la oscuridad eran sueños recurrentes en personas de todo el mundo, pensaba que eran experiencias o recuerdos de nuestros antepasados, por lo tanto, se trataba de imágenes universales, las que él denomino como “arquetipos”. El ánima, el principio femenino, se presenta como diosa, reina, princesa o bruja, mientras que el anymus, el principio masculino, se manifiesta como dios, rey, príncipe, hechicero o demonio. Imágenes que son una representación de lo femenino y lo masculino, también podrían ser representantes de un aspecto de nuestra identidad, de nuestro padre o nuestra madre, incluso de la persona amada. Otro arquetipo importante es la sombra, personificación de sentimientos de temor y de culpa, especialmente de nuestros deseos inconscientes u ocultos.

Explicar el mundo por el hombre eso es lo que intenta hacer el arquetipo de Jung, ya que se considera que son imágenes contenidas en el alma humana, en las profundidades del inconsciente. Un arquetipo es una epifanía, es decir una visión, un sueño, una fantasía, un mito. Es producto de la vida interior en un eterno fluir. Jung define la esencia del arquetipo como “sistema disponible de imágenes y emociones a la vez”.